BANKSY: GUERRILLERO DEL GRAFFITI


Rastros de aerosol en el suelo, papeles pintados de diversos colores y un fuerte olor en el aire, levantas la mirada y en la pared que tienes frente a ti está la imagen de la Monalisa con una basuca sobre sus hombros.


¡Sacrilegio! Pensarías. ¿Cómo le pueden hacer eso a la obra de arte del famoso Leonardo Da Vinci? Bueno pues, el responsable es un tal Banksy. ¿Banksy? ¿Quién es ese? Calma, respira y cuenta hasta diez.

Banksy es el seudónimo de un artista británico del graffiti, que nadie ha visto y del que tampoco se sabe el nombre. Los pocos datos de su origen mencionan que nació en enYate, localidad cercana a Bristol, en 1974. Banksy es alguien que invade las calles de las ciudades más famosas del mundo y utiliza las paredes como lienzo para plasmar su arte.



Esta bien, esta bien. Para algunos el graffiti no es arte. Para algunos el graffiti son los garabatos de unos desadaptados que solo deterioran la imagen de nuestra ciudad o de los pandilleros que dejan su huella para marcar territorio.

Pero satirizar a la política, a los moralismos, al propio arte o protestar sobre la contaminación y la guerra o simplemente “alegrar” las grises paredes de la ciudad con un lenguaje visual sencillo e ingenioso lo hacen un maestro. Un maestro de las calles que se da el lujo de montar exposiciones en las galerías de arte más importantes del mundo y que se paguen miles de euros por sus obras.


Sin embargo, lo que más ha llamado la atención del fenómeno Banksy es la increíble aceptación de este guerrillero del graffiti, no solo por otros graffiteros sino también por los mismos integrantes del hermético mundo del arte, al cual satiriza.

Banksy también incursionó en el cine y este año presentó Exit Through the Gift Shop, documental sobre su vida y hecho por él mismo, en el último Festival de Sundance, en Estados Unidos.

Sin duda a Banksy no hay quien lo detenga.

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